Si las piedras hablaran…
Entrevista a Amilcar Vargas, Responsable de Patrimonio Mundial en la Casa Batlló y Doctor en Sociedad y cultura por la Universidad de Barcelona.
Celebramos nuestra entrevista por videoconferencia, ya que nuestras dos agendas no podían compaginarse de otro modo. Amílcar Vargas aún tiene jet-lag porque acaba de regresar de unas vacaciones en México, su país natal.
¿Cuáles son las principales etapas de su vida profesional?
Nací en Veracruz, México, en 1980. Estudié Arqueología y Contabilidad, encontrando mi vocación en el patrimonio mundial tras visitar a los 19 años el pueblo de mi abuela. Me mudé a Barcelona en 2012 para formarme en la gestión del patrimonio cultural en la UB. En 2013, comencé unas prácticas en la Casa Batlló para elaborar un informe para la UNESCO y un plan estratégico, combinando mi experiencia en administración y arqueología y mi vocación por el patrimonio mundial. En México hay mucha y muy buena arqueología, pero lagestión de ese patrimonio está menos desarrollada. Aprendí catalán rápidamente y, tras mi estancia en la Casa Batlló, obtuve una beca de México para una maestría en Gestión de Patrimonio Cultural . Luego trabajé en el centro del patrimonio mundial de la UNESCO en 2015. En 2016, inicié un doctorado en la Universidad de Barcelona y volví en 2018 a la Casa Batlló para dedicarme a tiempo completo a sugestión como patrimonio mundial. He realizado estancias de investigación doctoral en Alemania y Canadá en 2017. Esta es muy brevemente mi trayectoria profesional de 25 años.
¿En qué consiste su trabajo en la Casa Batlló?
Soy responsable de implementar la convención del patrimonio mundial de la UNESCO de 1972 en este componente de las Obras de Antoni Gaudí. Esto implica preservar el valor patrimonial excepcional de la Casa Batlló, su integridad y autenticidad, y asegurar una gestión sostenible. También utilizo la inscripción como patrimonio mundial para vincularnos con otras obras de Gaudí y patrimonios mundiales. La Casa Batlló forma parte del consejo mundial de museos (ICOM), y la represento en eventos de la UNESCO, el ICOM y otras organizaciones. Además, gestiono la misión diplomática cultural con países emisores de nuestra mayoría devisitantes, como Alemania, Francia, Italia, China y EE.UU. También tenemos un programa educativo de prácticas para jóvenes profesionales del sector.
¿Qué diferencia a Gaudí de otros arquitectos modernistas catalanes?
Las primeras tres obras de Gaudí en el listado de 1984 fueron las primeras construidas después de la revolución industrial, marcando un hito mundial. En el ámbito catalán, Gaudí se destacó por ser un outsider que se mantuvo al margendel convencionalismo y la ortodoxia de otros arquitectos, quienes también eran políticos, diplomáticos y académicos. Gaudí, además, tenía una conexión más profunda con el campo y sus saberes que con la ciudad. Obras como el Palau de la Música Catalana y el Hospital Sant Pau de Lluís Domènech i Montaner son patrimonio mundial, pero Gaudí ha trascendido a nivel patrimonial más allá de ellos. Muestra de ello es que en 1984 las primeras tres obras de Gaudí en el listado de la UNESCO fueron un hito mundial, al ser las primeras construidas después de la revolución industrial en tener tal distinción. Su obra ha sido revalorizada internacionalmente, integrando principios de la naturaleza en su arquitectura de manera innovadora que evolucionó durante su larga trayectoria.
¿Qué ha aportado a la Casa Batlló el reconocimiento de la UNESCO en 2005?
Ha aportado una gran responsabilidad. No es un premio por una trayectoria, sino un reconocimiento que destaca a la Casa Batlló entre los monumentos modermistas. Muchos aspiran a este reconocimiento, pero pocos lo logran. Los que lo consiguen se comprometen a conservar su valor universal. En este caso, la familia propietaria actual se ha comprometido a preservarla. Es un distintivo de calidad por sus valores y gestión, basado en tres pilares: valor universal, autenticidad e integridad, y gestión.
La muerte de Gaudí se conmemorará en 2026. ¿Cuáles son sus proyectos?
La Generalitat ha declarado 2026 como el “Año de Gaudí”. Se ha reactivado al Consejo Gaudí creado en 2013 para organizar una serie de actividades entre 2025 y 2027, celebrando el centenario con publicaciones, exposiciones y un congreso internacional. Cada obra de Gaudí tendrá su narrativa propia. También se está trabajando en un logotipo y una imagen conjunta pero multivocal como la obra misma de Gaudí lo es.
¿Cuál es su colaboración personal con la UNESCO?
Consiste en estar bien informado sobre las decisiones del comité del patrimonio mundial y las actualizaciones de políticas públicas e internacionales relevantes para la gestión de la Casa Batlló. Por ejemplo, en 2015 se aprobaron los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, y la UNESCO estableció que se debían incluir en la gestión del patrimonio mundial. Al saberlo, decidimos incorporar estas medidas en la gestión de la Casa Batlló. Somos muy proactivos y sé dónde informarme y a quién dirigirme según el tema gracias a la red de contactos y décadas de experiencia.
¿No hay un desequilibrio en el reconocimiento de los sitios universales en relación con el 3er mundo?
En la UNESCO en los años 90 se reflexionó sobre la necesidad de lograr una lista de patrimonio mundial más representativa. Sin embargo, el desbalance persiste. La lista está muy centrada en patrimonio religioso, especialmente de una religión, y en Europa, con bienes monumentales de piedra y ladrillo. La UNESCO ha intentado que los países sin sitios patrimonio mundial tengan representación, pero el 45% del patrimonio sigue estando en Europa y Norteamérica. Esta crítica se debe a que la UNESCO es un organismo intergubernamental con proyectos políticos divergentes entre los Estados que la conforman. En consecuencia,los países con más experiencia tienden a tener más sitios inscritos, aumentando la brecha. Es un tema de compleja solución a nivel mundial.
Usted también es arqueólogo. Háblenos de sus experiencias en México.
Soy experto en patrimonio mundial, y la arqueología fue fundamental en mi formación en México. Mi primer trabajo fue en un sitio patrimonio mundial. Me interesó cómo las comunidades rurales interactuaban con los arqueólogos, ya que muchas no sabían de la existencia de estos sitios. En México, la ley federal de Monumentos Arqueológicos es muy cronológica, diferenciando entre arqueología prehispánica e historia posthispánica. Como estudiante, vi que la arqueología tenía el monopolio legal de estudiar en todos los yacimientos arqueológicos, pero siento que en México aún no se ha integrado la gestión en la formación de los arqueólogos del futuro. Archivamos, conservamos y fotografiamos, pero hacemos poca gestión.
¿Puede la arqueología universal contribuir al acercamiento entre los pueblos y sus culturas?
Es una pregunta que pocos arqueólogos se hacen, pero creo que sí. He trabajado en la arqueología social, que no es un fin en sí mismo, sino un medio para el desarrollo de las comunidades locales. Muchas culturas arqueológicas, como la griega o la romana, ya están extintas pero existe población actual en los mismos sitios. La arqueología como ciencia social puede ayudarnos a entender la especie humana y su riqueza biocultural a lo largo de los milenios. El arte rupestre, por ejemplo, es una muestra de arte universal que nos puede explicar experiencias comunes en la humanidad. La convención de 1972 buscaba unir a la humanidad, una muestra de que cada ley es producto de su contexto histórico.
¿Ha llegado el momento de crear una organización: Arqueólogos sin Fronteras?
Existe el congreso mundial de arqueología, que ha dado un sentido social, antropológico y humanista a la disciplina, más allá de las técnicas de análisis arqueológico. En este foro se discute el futuro de la arqueología, y la asociación europea de arqueólogos permite la participación de arqueólogos de todo el mundo. Una asociación “sin Fronteras” sería una organización de emergencia que actúe rápidamente, pero hasta donde tengo conocimiento no está en el mapa aún.
Cuando trabaja como arqueólogo, ¿habla con las piedras?
No hablo con las piedras, pero es muy emotivo. Nos cuesta ver cómo era el pasado, incluso con todas las técnicas disponibles. Me gustaría que las piedras hablaran. En mis utopías, he pensado que se pueda inventar un objeto para rastrear y analizar lo que las piedras han oído, sentido o visto.
¿Quién paga todo este trabajo de conservación? ¿Hay dinero suficiente?
Es una pregunta pertinente, ya que el concepto de patrimonio es reciente históricamente hablando. La UNESCO reclama a los estados que sean puntuales en sus pagos y hagan donaciones para el fondo de patrimonio mundial. Cada país está obligado a conservar su patrimonio mundial, pero algunos no pueden permitírselo. Existe el mito de que la UNESCO financia la conservación, pero el presupuesto anual del fondo, por ejemplo en 2014,era de solo 4 millones de dólares, insuficiente para los más de 1000 sitios. Es crucial definir bien qué es patrimonio mundial para gestionarlo adecuadamente. Las obras de Gaudí, como la Casa Batlló, se autofinancian con los ingresos del turismo.
Hay una campaña contra el turismo excesivo, ¿cómo lo ve? ¿Ayudan los visitantes al patrimonio mundial o simplemente estorban?
El turismo es como la gasolina de un vehículo: ayuda a mover la economía. Los visitantes forman parte de una cadena económica en Barcelona, aunque no es la más grande. Si hay interés en viajar a Barcelona y ver a Gaudí, es positivo. El turismo debe gestionarse bien, pero la agresividad contra él es excesiva e ideologizada. Muchas personas internacionales han venido a vivir a Barcelona, lo cual es bueno y aporta valores culturales que pueden enriquecer la ciudad. Más de uno conocimos la ciudad como turista y ahora vivimos en ella.
Amilcar Vargas, muchas gracias por la entrevista
Ina Laiadhi, Enero 2025
Infos
Casa Batlló
www.casabatllo.es/de/
Pg. de Gràcia, 43
Barcelona
Schlagwörter: Barcelona, Geschichte, Kultur, Museen und Sehenswürdigkeiten