No todos seremos Verner Panton
Entrevista Dánae Esparza, profesora y Directora de Estudios del Grado en Diseño en la escuela universitaria Elisava de Barcelona.
Me encuentro con Dánae Esparza, profesora y desde 2018 Directora de estudios del Grado en Diseño en la Elisava, facultad de Diseño e Ingeniería situada en la Rambla. En el día internacional de la mujer, lleno de actividades reivindicativas, charlamos sobre el diseño actual y el papel de las escuelas en el proceso creativo.
- ¿Cómo ha llegado al diseño?
A mí me gustaba mucho dibujar, crear, construir, hacer cosas con mis manos, me gustaba mucho. Y entonces empecé a estudiar diseño. La creación, la creatividad. Estaba entre psicología y diseño. Estos estudios se parecen, ya que en el diseño también hay una parte importante de investigación, de conocer a quién va dirigido, el usuario del proyecto. Es una carrera que disfruté muchísimo porque conecté con lo que me gustaba. Igual que el trabajo en equipo.
- ¿Lo ve como trabajo en equipo? Muchas veces nos suena solo el nombre de un diseñador.
Sí, las reconocidas estrellas que no representan la mayoría. Son más mediáticos. Pero el diseño es la creatividad. Debemos pensar en propuestas y dificultades, con un briefing. Para esto nos va bien el trabajo en equipo. La parte de investigación es importante. Cada vez los proyectos en los cuales participa un diseñador son más complejos, no solo se trata de diseñar un bolígrafo. Se debe conocer el contexto en el cual se va a proyectar, los usuarios que lo van a utilizar. Debemos interactuar con diferentes campos para que el proyecto funcione. La comunicación de todos nuestros proyectos tiene importancia: cómo se habla con el cliente, el usuario final. A veces se diseña conjuntamente con los agentes que intervienen. Prototipos o maquetas se construyen conjuntamente.
- El diseño es un terreno muy amplio.
Mucho. Todo está diseñado. Desde la puerta, la silla, las mesas, la ropa, lo que vemos en el supermercado. Todo. A veces se habla de diseño solo como de unos iconos de diseño reconocidos. Pero no solo es eso el diseño, sino todo lo que ha pensado una persona en su forma.
- ¿Cómo podemos definir el trabajo de un diseñador?
En general el diseñador tiene un briefing, un encargo de un cliente, de una institución, una necesidad que se plantea. Otros proyectos se realizan de forma más creativa y de expresión, como una obra de arte. A un diseñador le preocupa un tema, le inquieta, le interesa para hacer una instalación interactiva para comunicar este tema. Lo más habitual es el profesional con un briefing detrás. Como Directora de estudios me gusta que los estudiantes prueben las dos: que trabajen su tema de interés que quieren expresar o que acepten un encargo que será más acotado.
- En este mundo globalizado, ¿tienen sus diseños una identidad cultural?
Como diseñadora he trabajado más en investigación. Estuve mucho tiempo en Lego, la empresa danesa de juguetes. El diseño tiene un aspecto cultural por los materiales con los que están fabricadas las piezas. Todo habla de un contexto cultural.
- ¿Qué influye en el diseñador o la diseñadora? ¿La vida cotidiana? ¿Otro gran diseñador u otro?
Creo que todo influye. La vida cotidiana puede ser un elemento inspirador ya que ves cosas que puedes mejorar. Otros creadores están muy informados sobre los últimos diseños, siguen en blogs o redes sociales las últimas tendencias del diseño. Es una mezcla y depende muchísimo de la persona o del proyecto. No hay un patrón que sirva para todo. Los intereses personales inspiran al diseñador en el proceso creativo.
- Su doctorado ha tratado sobre el pavimento de las ciudades como rasgo de su identidad. Cuéntanoslo.
Creo que es un rasgo importante de su identidad. Si cierra los ojos y piensa en una calle en Barcelona, ¿cómo me la describirías?
- Pienso en la baldosa de flor o la de Gaudí.
Sí, pensamos en los plátanos, las farolas y el pavimiento, el llamado panot, la flor de Barcelona. La baldosa de 20 por 20 cm que cubre la mayoría de las calles. Pero lo mismo pasa en París, vemos las aceras asfaltadas de negro. En Lisboa hay la calzada característica en blanco y negro que marca la imagen mental que tenemos de la ciudad. Los pavimentos forman parte de este paisaje que reconocemos como identitario de la ciudad. Sin embargo, es como un tema menor que no se había investigado. Es como de segundo orden. Cuando hablamos de paisaje vemos los edificios, los arquitectos, los grandes nombres de una ciudad, pero este tema que pisamos es menor. Para mí se trataba de darle importancia para entender por qué crea identidad y cual es su historia. En Barcelona se empezó a utilizar a principios del siglo 20 y se utiliza hasta el día de hoy. En el Ensanche de entonces, se había construido, pero la urbanización de las calles fue muy lenta, no estaban pavimentadas. Cuando llovía, todo era barro. Se llama a la gente de Barcelona “De Can Fanga”, un juego de palabra con “barro” en catalan. Este barrio que debía ser de lujo y atraer muchos turistas para las grandes exposiciones y demás, era un desastre en este aspecto. Desde el gremio de Barcelona se hicieron muchas pruebas con muchos materiales como madera, asfalto, cemento en situ, piedra de Montjuïc. Cada propietario ponía el material que le gustaba delante de su casa. Al final, se decidió la forma, el tamaño y que los bordes deberían llegar hasta el bordillo. Este pavimiento permitió una urbanización paulatina. Son piezas que se pueden utilizar para todo. Se pueden reabrir fácilmente o enganchar con otros tramos.
- Se nota una democratización del diseño. ¿El diseño es para todos o es un fenómeno de la élite? En esta sala tenéis unas sillas rojas muy emblemáticas.
Sí, son las sillas de Verner Panton. Se llamaría silla de diseño. Es un icono del diseño. Pero para mí esto “de diseño” es un concepto equivocado. Todo está diseñado, hasta la silla que te compras en el Leroy Merlin o que heredas de tu abuela y que ha sido creada por un artesano. Todo es diseño para mí. O los packs que compramos en el supermercado están diseñados por un diseñador gráfico. El diseño es democrático. Hay productos que tienen una función muy estética como esta silla y otros que han de ser funcionales y económicos que se adaptan a nuestro estilo de vida. Muchas empresas invierten en diseño y disponen de servicios internos de diseñadores para reducir costes de fabricación, de transporte, de embalaje.
- ¿El diseño puede ser sostenible?
Debe serlo. Ahora es fundamental que tengamos en cuenta como reducir el impacto ambiental de las piezas que diseñamos y que pensamos en todo su ciclo de vida. No solo durante su uso, sino también en su reparación, reutilización, reciclaje y de cómo puede volverse a introducir como material en el proceso. Los diseñadores y diseñadoras que se están formando tendrán un impacto muy importante para facilitar a las empresas esta transformación hacia productos más sostenibles.
- Los límites entre las oficinas y los pisos se han difuminado durante la pandemia. ¿Piensan los diseñadores incluir oficinas en los pisos del futuro?
Creo que sí. Hay una tendencia de equipar las casas. Hemos aprendido de la pandemia a trabajar de forma más eficiente. En casa nos concentramos más, o ahorramos tiempo de transporte, muchas reuniones se pueden hacer telemáticamente. Necesitamos casas preparadas, con iluminación, mobiliario, espacio. Esto nos servirá para ser más eficientes y más sostenibles.
- Hablamos del patriarcado de las ideas. ¿Encuentran las mujeres su lugar en el diseño? ¿Hay un diseño feminista o femenino?
La mujer diseñadora ha tenido poca visibilidad. No nos acordamos de muchas mujeres conocidas. Los diseñadores estrella que conocemos en general han sido hombres. Pero han habido muchas mujeres que han tenido un papel importante al lado de estos hombres, y sin embargo, no han tenido la posibilidad de poner su nombre.
- Sí, como Lilly Reich, al lado de Mies van der Rohe en el pabellón, que ha diseñado la silla famosa y ha creado la obra textil.
Luchamos contra estas faltas de referente en muchos ámbitos y también en el diseño. Entiendo que los diseñadores y diseñadoras diseñan para el usuario final, bien sean hombres o mujeres. Siempre hay más productos pensados para la mujer. Nuestro papel es mejorar el producto, no solo venderlo mejor.
- Barcelona es la ciudad de diseño. Hay muchas escuelas de diseño. ¿Se puede aprender la creatividad?
Los niños son creativos. Nosotros los adultos lo hemos olvidado. No se nos ha permito ser creativos. Se puede aprender a ser creativo. Se puede practicar y hay herramientas y metodologías que nos permiten obtener ideas. Luego, el proceso creativo con el profesor de diseño es muy amplio, va del briefing hasta las propuestas, la investigación, los estudios de desarrollo, hasta su fabricación. Desde que se piensa un producto hasta que se fabrica. Depende del carácter, de las habilidades del alumno, donde se sitúa en el punto del diseño. No todos seremos Verner Panton. Se ríe. Cada uno se sitúa en el punto del proceso donde aporta más.
- ¿Cómo es la colaboración de Elisava con otras escuelas europeas?
Tenemos una red de colaboración con 80 escuelas internacionales. Incluye los convenios de Erasmus con el alumnado y el profesorado. En este primer semestre hemos recibido entre 40 y 50 alumnos de otras escuelas sobre 1000 alumnos en en los grados (Diseño e Ingeniería. Es beneficioso este intercambio para el alumnado y el profesorado, que se enriquecen mucho sobre la marcha, pues se aprenden otras maneras de trabajar y de ver las cosas.
Colaboramos también en muchos proyectos de financiación europea con universidades pártner. Una iniciativa se llama Carrusel: se envía un grupo de 10 estudiantes a una universidad y se recibe un grupo de otra universidad durante una semana. También tenemos los programas blended que combinan el aprendizaje en formación presencial con la educación online. A partir del tercer curso colaboramos mucho con empresas: un briefing real dentro de una empresa que nos plantea una propuesta. Como por ejemplo empresas de mobiliario o espacios interiores para trenes de alta velocidad, también colaboramos con la administración e instituciones soaciales.
- ¿Podemos reforzar la idea europea con el diseño?
Es un reto que planteó Ursula von der Leyen, la presidenta de la comisión europea. La idea de crear el New-European-Bauhaus. Igual que la Bauhaus fue transformadora en su momento, a partir de la arquitectura, en colaboración con la industria y definió la estética. Ahora está en marcha un programa europeo muy amplio donde se incluyen estas iniciativas, de cómo las escuelas pueden ser un espacio donde se defina cual es el nuevo diseño, que sobre todo debe incluir la sostenibilidad y la multidisciplinariedad y que integre equipos diversos en el proceso.
Dánae Esparza, mucha gracias por el intercambio de ideas.
Marzo 2022, Ina Laiadhi
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